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La Agrotecnología como opción en Iberoameríca

  • MundoAg
  • 9 jun
  • 2 Min. de lectura

La región iberoamericana se enfrenta a un doble desafío: alimentar a una población creciente y adaptarse a los efectos del cambio climático sobre sus sistemas productivos. Ante este escenario, la agrotecnología emerge como una herramienta clave para modernizar el campo, cerrar brechas sociales y económicas, y construir sistemas alimentarios más sostenibles y resilientes.

Según el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), más del 30% del empleo en América Latina proviene del sector agropecuario, y en muchos países el campo aún representa un pilar económico fundamental. Sin embargo, su productividad sigue siendo baja en comparación con otras regiones. “La incorporación de tecnologías digitales puede aumentar hasta en un 25% el rendimiento agrícola en países en desarrollo”, señala un informe del World Bank (2021).

Tecnología a lo largo de la cadena de valor

La agrotecnología no se limita a los cultivos: transforma integralmente toda la cadena de valor agroalimentaria, generando impacto desde el suelo hasta la mesa:

  • Producción primaria: sensores IoT, sistemas de agricultura de precisión, biotecnología vegetal, y drones permiten monitorear variables como humedad, plagas y nutrientes en tiempo real. Startups como Kilimo (Argentina) o Xilinat (México) están revolucionando el uso eficiente del agua y la valorización de residuos agrícolas.

  • Procesamiento y transformación: el uso de inteligencia artificial y automatización permite reducir pérdidas postcosecha, mejorar la inocuidad y trazabilidad, y facilitar certificaciones de calidad. En países como Colombia y Perú, cooperativas están integrando tecnologías de secado solar inteligente y blockchain para exportaciones sostenibles.

  • Comercialización y logística: plataformas como Agrofy (Latinoamérica) o Naranjix (México) conectan directamente a productores con compradores, mejorando los márgenes para los agricultores y eliminando intermediarios. La logística se optimiza con herramientas de geolocalización y análisis predictivo para transporte y almacenamiento.

  • Consumo responsable y trazabilidad: los consumidores demandan cada vez más alimentos saludables, sostenibles y con origen verificable. Aplicaciones de trazabilidad y etiquetado inteligente ofrecen transparencia y confianza, fortaleciendo cadenas cortas de valor y mercados locales.

Oportunidades para el mundo hispanohablante

La región iberoamericana, que agrupa a más de 20 países y a más de 500 millones de hispanohablantes, posee ventajas únicas: biodiversidad, amplia superficie agrícola, talento joven, y una creciente red de universidades y centros de innovación enfocados en el agro. Sin embargo, aún enfrenta retos estructurales: bajo acceso a financiamiento, poca conectividad digital en zonas rurales, y escasa vinculación entre ciencia, empresa y territorio.

La clave está en fomentar ecosistemas de innovación agroalimentaria, donde participen gobiernos, emprendedores, instituciones académicas y comunidades rurales. Iniciativas como el AgTech Valley en Argentina, el Kirchner Food Fellowship en México, y los Living Labs de innovación rural en España y Portugal, muestran que es posible acelerar el cambio con visión territorial y colaboración multiactor.

Además, según la FAO (2023), América Latina y el Caribe tiene el potencial de alimentar al 40% de la población mundial, si se aprovecha adecuadamente su capacidad productiva con innovación y sostenibilidad.

Conclusión

La agrotecnología no es solo una tendencia, es una necesidad estratégica para garantizar el derecho a la alimentación, dinamizar el desarrollo rural, y construir una región más justa y competitiva. Invertir en innovación agroalimentaria en Iberoamérica es sembrar futuro: un futuro donde el campo deje de ser sinónimo de atraso y se convierta en motor de prosperidad, inclusión y regeneración para las nuevas generaciones.

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